Bienvenidos de nuevo a nuestro pequeño mundo, Hoy venimos a contaros nuestra escapada de dos días a Andorra, ese pequeño paraíso al norte de España, que por suerte tenemos el placer de disfrutar ya que queda relativamente cerca de nuestra ciudad, así que siempre que podemos vamos a pasar unos días allí. La escapada esta vez tenia como motivo ir a ver el Cirque du Soleil, una tradición que algunos de nosotros llevamos haciendo durante algunos años, ya que hacen un espectáculo anual y es un autentico honor poder verlo, porque tienen calidad, diversión y emoción mezclado en un show increíble. Recomiendo mucho la experiencia como excursión de fin de semana. A continuación os dejo algunas de las fotos del espectáculo.
El primer día de escapada visitamos el lago d'Engolasters, situado a 20 minutos de la capital y accesible en coche por carretera de arena. El lago es gigantesco y esta rodeado de arboles que crean un paisaje simétrico a ambos lados. Es un lugar tranquilo, perfecto para descansar, si hace buen tiempo, tumbados en el césped o hacer un picnic. También encontrareis por los alrededores sitios preciosos para hacer fotos y unas piezas metálicas que explican el movimiento para recoger agua del lago.
Allí, estuvimos disfrutando del paisaje y divirtiendonos con la mascota, aunque por desgracia, nos llovió y el día estaba nublado, pero aún así es un sitio muy recomendado para ir. Nosotros siempre que hacemos una escapada a Andorra pasamos por él.
Después nos fuimos a comer al centro, un sitio muy recomendable si queréis ir de compras o tomar algo. En esta zona encontramos todo tipo de restaurantes, una curiosidad del lugar es que los perros pueden entrar al restaurante con los dueños y quedarse debajo de la mesa mientras tu comes, así que si tenéis mascotas no os preocupéis.
Por la tarde decidimos continuar dando una vuelta por el centro y al anochecer nos dirigimos al Cirque du Soleil, que como ya he dicho antes, es un espectáculo muy recomendable.
El segundo día y último, nos levantamos con una tormenta increíble que por suerte cesó rápidamente y nos permitió salir a disfrutar la mañana que nos quedaba en Andorra.
Ese día pusimos rumbo a un parque gigantesco y miradores con vistas al río. Allí pasamos toda la mañana disfrutando del paisaje.
Para finalizar, decidimos visitar un pequeño pueblo que quedaba de camino hacía casa en el cual encontramos la única iglesia románica de Cataluña y un casco antiguo muy bonito.
Muchas gracias por la visita y esperamos que os haya gustado el post. Si queréis ver más sobre nuestros viajes os dejamos a continuación el vídeo sobre esta escapada que está en nuestro canal de Youtube, y si os gusta solo tenéis que suscribiros para ver cada domingo un nuevo vídeo.
